Las
maravillas de tocar fondo.
Tocar
fondo…. Para varias personas estas son unas palabras muy fuertes, miles de
sentimientos inconclusos rondan por nuestras cabezas, por una sola frase, tocar
fondo.
Me
dirán, pero oye, no estás muy chica para hablar de este tema, pues si, por que
no importa en qué etapa de tu vida te encuentres, te puede pasar, es como
caerte y rasparse, no solo a un sector le pasa esto, no es que la vida vaya
escogiendo a su siguiente víctima.
Una
definición que me gustó mucho de un orador de Ted x es, tocar fondo es el
momento en donde no sabes hallarte, esa esencia que te caracteriza ya no está,
te sientes tan mal que no eres sensible, en donde tu hermoso valor como persona
no lo vez.
Recuerdo
que cuando iba a la sala de espera del psiquiatra había en una esquina,
arrinconado, feo, un cuadro con una frase que dice, después de la tormenta
siempre hay un arcoíris, pero el problema es ¿Qué pasa si no sabemos salir de
la tormenta?
El
mejor ejemplo que puedo poner es relacionándolo con mi vida, durante
aproximadamente dos años de mi vida, sentí que mi vida no tenía sentido, ahora
súmenle que está en plena adolescencia y tenía muchos problemas en casa, yo
sentía que mi mundo se desasía poco a poco, en mi inmadurez y mi miedo a hablar
con la gente de lo que pensaba y sentía, miedo a que me dijeran, estas
exagerando, como crees, estás loca, no dije nada y eso me hizo daño, no solo a
mí, sino también a las personas que estaban a mi alrededor.
Una
de las principales causas de suicido en la adolescencia es por la escasa
comunicación que tienen los adolescentes con el mundo exterior, ya sea con
papá mamá, como tus propios amigos o
maestros.
Tuve
más de tres intentos de suicidio y antes me arrepentía de haberlo intentado,
pero ahora no, porque esas experiencia me dieron pie a ser la mujer que soy hoy
en día.
Cuando
tocas fondo no sabes que va a ser de tu vida, te da igual lo que te pase, le
quitas importancia a todas las cosas buenas que te pasan en la vida, ya no
tienes algo que te inspire en salir adelante, cuando yo estuve en esa pequeña
etapa aprendí a aprender a conocerme a mí misma, porque no me gustaba lo que
veía en el espejo y tenía que cambiar, buscar ayuda y querer salir a adelante
por mi cuenta y que mis papas y hermanas lo notaron, y que lo notan.
Las
cuatro palabras mágicas que me ayudaron a salir de todo ese mundo que me cree
en la cabeza son entusiasmo, pasión, compromiso y voluntad.
Dicen,
bueno si están cool y todo, pero, que tienen de mágico, la magia esta cuando
las enlazas todas y aprendes a hacer de cuatro una, todas se llevan de la mano
para hacer lo que se te plazca, ya sea para lograr una meta, para el trabajo o
la escuela.
Entusiasmo:
atrévanse a sentir emoción al lograr las cosas y sientan entusiasmo cuando
quieran hacer que se logren las cosas, tengan el poder de decir yo puedo a
todas las trampas que les ponga la vida en su camino.
Pasión:
la pasión de hacer las cosas está en uno mismo, hagan las cosas y logren sus
metas con una enorme pasión, como si hicieran lo que les encanta hacer.
Compromiso:
comprométanse a hacer las cosas, como se comprometen con sus amigos a ir a una
fiesta o con mamá de hacer algo, de ese modo sientan el mismo compromiso con
sus ideales.
Voluntad:
si no tienes voluntad de hacer las cosas no puedes tener los demás puntos, la
voluntad es el factor más importante en la vida, es una herramienta con la que
debemos vivir siempre, no se adquiere, no se compra, la tienes que sentir, como
el entusiasmo.
La
principio suele ser algo difícil, pero nada en esta vida se logra sin haber
luchado un poco, y cuando tienes los resultados de lo que has luchado en tus
manos la sensación de haber logrado lo que quieres es único no podría describir
la emoción que está presente porque en cada persona es diferente.
No
dejemos que nuestras malas decisiones, las cosas malas que hemos vivido nos
definan, tomemos esas malas experiencias como experiencias de aprendizaje,
tomémoslo como algo bueno, tomemos a las consecuencias de este modo, porque si
aprendemos de ellas sabemos los riesgo que conlleva, por ejemplo, meter la mano
al fuego, ya sé que duele, ya sé que está mal, entonces no lo voy a volver a
hacer.
Tu
mente siempre te recuerda lo malo, lo difícil, lo negativo, recuérdale tú a
ella tu grandeza, tu pasión y tu fortaleza.